lunes, abril 18, 2005

Un día un colectivero me dio una clase de guión que nunca me voy a olvidar. Fue por la época en la que cursaba TEM, con la Chiqui, y nos habían enseñado lo del binomio fantástico. El binomio fantástico es realmente fantástico.Estaba yo esperando el 41, cuando veo a lo lejos que este se acercaba, con ese ritmo lento y pausado que adoptan los colectivos en provincia.
Cuando el colectivo estuvo mas cerca alcancé a reconocer al conductor. Era un hombre de unos 30 años, morocho, panza cervecera, portador de ese peinado al que muchos denominan “de colectivero”, con flequillo corto y la parte de atrás mas crecida. En pocas palabras era, físicamente, el típico colectivero, la idea instantánea de colectivero, la primera imagen que la mente perezosa acomoda en ese lugar cuando el recorrido del estimulo es inmediato. Paré el colectivo, y cuando se abrió la puerta sucedió la revelación, la idea de binomio fantástico se me apareció en la realidad de un modo crudo y esclarecedor.Subí al colectivo y este hombre, este estereotipo de colectivero, estaba escuchando a britney spears. No escuchaba una cumbia cuya letra refiriera a la tanga de ninguna joven permisiva. Era britny spears. Mi reaccion, como buen enfermito de las historias, fue ponerme a pensar que hacia la cantante pop en el colectivo de este hombre. Que relación tendría este hombre con esta manifestación cultural que a simple vista parecía tan lejana a él?.Instantáneamente se me vinieron a la cabeza sus compañeros colectiveros, y sus reacciones frente al hecho de que este muchacho escuchara a britny spears. Seguramente lo tildarían de puto, o de pollerudo. Y ahí apareció mi primera relación. Pollerudo. Por qué pollerudo? Porque escucha la música que la novia le impone. Aparece una novia. Que encima no es cumbiera, como él. Escucha a britney spears. Es una chica bien, con padres pudientes, pero algo falta de criterio para sus gustos musicales. Luego me apareció en la cabeza la escena en la que se conocieron. El manejando el colectivo. Ella yendo a la facultad. El sintiéndose atraído por la fragilidad de su perfume, ella sintiéndose atraída por la crudeza y la ternura de este hombre trabajador de flequillo corto y melenita posterior. Luego aparecieron los padres de ella. Gente bien. Abogados. No lo quieren a él, por colectivero, por cumbiero. El tratando de aprender, desde los detalles, desde britney, a ser un poco mas como ellos. Ya está. Con esos detalles ya lo quería al personaje. Es un tipo que se esfuerza en gustar a la familia de su novia, y al carísimo precio de que sus compañeros le digan puto. Y todo esto surgió de esta fricción entre el mundo del colectivero y la música de britney. Todo surgió de este binomio tan fantástico.Ahí decidí abandonar este sendero especulativo para sumergirme en otro. Supongamos que el motivo de su escucha de britney no fuera una novia. Los compañeros lo tildarían de puto. Pero para esto el debiera haber elegido, por decisión propia, por propia elección, escuchar a britney spears. Alguna vez se habria cruzado por azar con britny y la incorporó de ahí en mas a sus largas rondas munro-once-once-munro. Pero que cosa lo llevaría a escuchar a britney? Pensé largamente. Y seguí pensando como hasta la altura de plaza italia. Y fue ahí donde apareció la segunda y mas importante revelación. Porque no pude encontrar un por qué del gusto de este hombre, no motivado por nadie, por la cantante pop. Y eso lo hacia único. A mi me gusta mucho comer comida china bien barata. No se por que. Pero es un placer que llego a mí de manera accidental, y que es vivido por mí sin muchos miramientos. Creo y afirmo que mi gusto por la comida china barata es una de las cosas que me hacen único. No mis talentos expresivos, ni mis mambos psicológicos, ni ninguna de esas pedorradas. Porque en definitiva, todos odiamos a nuestros padres, eso no nos hace únicos. Todos creemos que tenemos algo para decir, pero siempre decimos más o menos lo mismo.Y acá aparece mas clara la lección de guión que me dio el colectivero. En la siguiente pregunta: que es lo que hace que un personaje sea creíble, único, entrañable, real? El colectivero, al escuchar a britney spears, me demostraba que eso era lo que lo hacia entrañable y real. Esa era la cualidad que lo hacia único. Ese interrogante que solo puede ser producto de la acumulación de historia personal. Es esa densidad que muchas veces falta en los personajes, y que abunda en las personas. Somos caminos con muchas bifurcaciones. Somos caminos con recorridos caóticos, a tal punto que podemos ser un colectivero y escuchar a britney spears. Somos acumulaciones de capas de vivencias que seria imposible desenterrar para un guionista aunque dedicara toda su vida a describir la biografía de un personaje. Y en este sentido el Binomio fantástico es nuestra herramienta más efectiva. Es algo que nos sirve para disparar en modo de fractal la fórmula de la personalidad de un personaje.Lo que quiero transmitir es que muchas veces la coherencia es nuestra enemiga. La coherencia, las elecciones lineales y causales, son enemigas del guionista. A partir de esta experiencia decidí adoptar un procedimiento en la contracción de mis personajes. Decidí someterlos a repetidos tests de incoherencia, a juegos de binomios fantásticos. Cada vez que pienso en un personaje lo lleno de detalles que nada tienen que ver con el, o que directamente se le oponen. Para ver como funciona este sinsentido y para tratar de debelar estas capas de vivencias que pudo haber atravesado mi personaje. En definitiva, los personajes son como nosotros queremos que sean, pero de esta manera podemos lograr que sean más allá de nosotros, y de nuestras decisiones pretenciosas y afectadas. Es una manera de dejar que ellos decidan por nosotros, o que se nos aparezcan como entidades vivas capaces de dialogar con nosotros. Es una manera de que junto a ellos podamos combatir ese mal tan temido que es la hoja en blanco. En fin. Fue un aprendizaje muy valioso para mí y quería compartirlo.
Que choclo interminable que escribí. Pero bué.
saluditos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

amenísimo relato señor...

atomÖ dijo...

tenkiu

Anónimo dijo...

de nadas