No se que me pasa con las documentalistas. Son hermosas. Son todas de izquierda y tienen esa cara de mochilero cansado que me vuelve loco. Claro, pasan cada una. Hay una en el curso del incaa que encima estudió con Humberto Ríos. Además ese look de hippie combativa le queda hermoso. Hasta su cutis curtido tiene un atractivo salvaje. Está desarrollando un documental sobre el gobierno de Juárez, y cuando dice cosas sobre el pueblo santiagueño, me calienta. El pueblo santiagueño esto, el pueblo santiagueño lo otro, y pone cara de enojada. Voy a aplicar ahí. Creo que mi patrón es que me gustan minas que tengan la capacidad de, llegado el caso, cagarme bien a trompadas. Y ella si me agarra me hace mierda. Es hermosa.