sábado, diciembre 31, 2005

Escalón

Escalón. Cuesta respirar en movimiento. Escalón. Las mujeres y las monedas desordenadas en mi bolsillo. Escalón. Sordos sonidos filtrados por la tela suenan como quejas de mis monedas. Escalón. Sumerjo mi mano en el bolsillo, reconozco la temperatura y la forma de mis bolas. Escalón. Busco, sigo buscando. No está la mujer de mi vida dentro del bolsillo. Escalón. Busco en mi bolsillo que sufre de espasmos. Se abre y se cierra, respira como un anillo rectal en plena actividad. Escalón. Sube mi cabeza. El bolsillo no es tan importante. Comprobé que no está el amor de mi vida dentro del bolsillo. Subo como mi cabeza hasta el cuarto piso. Descanso. Escalón. Mi costumbre de no descansar en los descansos. Escalón. Cansancio. Abandono. Escalón. Mi mano sigue en mi bolsillo, sumergido en eso que llamo mi historia. Escalón. Último, cuarto piso. Aparece el artefacto. Detengome y drogome con broncodilatador. puf! Cuarto piso y bronquios en dilatación. Bien. Ahora si. Ahora bajo, carajo. Ahora cuesta abajo. Cuesta abajo de bronquios abiertos. El universo siempre al revés de mis bronquios.

miércoles, diciembre 28, 2005

El Coso Este.

Ser ya es bastante. Digo, hay cosas que ni siquiera son, así que nada de quejarse. Y esto va para todas esas cosas que se quejan de ser poco. Porque ya el hecho de mostrarse como cosa sin muchos otros aspectos constituye una especie de queja. La cosa que es poco es, a la vez, una enunciación de su despojada situación. Así como el tipo despojado de lo material constituye un enunciado de su situación, y a la vez, un grito de denuncia. Solo por eso: por ser un tipo dueño de pocas cosas.
El Coso Este es. Más allá de eso no se puede decir mucho. Y ahí está la dificultad de mi tarea. Cómo se puede hablar del Coso Este?
Bueno, a ver...
Lo tengo acá (ubicación espacial). Lo tengo ahora (ubicación temporal). Y no me sirve para nada (definición utilitaria). El Coso Este me rompe las pelotas (descripción de los estados sensibles que genera). El Coso Este es Coso ESTE, y no Coso ESE o Coso AQUEL. Es decir que, al menos en mi discurso, no ocupa el lugar del otro. Ocupa el lugar de ESTE. Bien. Vamos avanzando. Pero no alcanza. No alcanza che. Vamos a ver que podemos hacer por el Coso Este en el futuro.

lunes, diciembre 26, 2005

El párpado se cierra por un microsegundo, humedece el globo ocular, y vuelve a abrirse. Mantenimiento. Enjuagadita. Ese ojo no sabe lo que le va a suceder en los próximos instantes. No sabe de resentimiento. No sabe de Niuls ni de Rosario Central. No sabe de la gresca entre su dueño y el leproso borracho. Algo sabe de la borrachera de su dueño. No sabe como se siente la púa penetrando, abriéndose camino. No sabe como es desinflarse cuando el humor acuoso abandona el globo ocular por la pequeña fisura. Solo sabe moverse, mirar esto y aquello. Su existencia de ojo burgués. El oído es más compadrito porque es incapaz de escaparle al estímulo inconveniente. Luego del humor acuoso viene la sangre. De eso este ojo sabe bastante. Ahora sabe todo esto. Y también sabe de gritos y de dolor y de calles oscuras y de hospital público y de paciencia y de debilidad y de inconciencia y de desangrarse y de cerrarse abierto y de no ver más cuando debiera.
Es increíble todo lo que puede aprender un ojo en tan solo una noche. En su última noche como ojo en este mundo.

jueves, diciembre 22, 2005

La Pampa

Hay muchos kilómetros entre aquí y La Pampa. Y lo peor de todo es que ni siquiera tengo algo para hacer por esos lados. Es un lugar en el que el lugar es negocio, es el más grande negocio. La Pampa es un lugar en el que cada esquinita de tierra es aprovechada para poner una semilla. Esa compulsión al relleno es asfixiante. Pensándolo así no me sorprende el hecho de que los habitantes de pequeños pueblos pampeanos tengan esa densidad anímica característica del citadino, del tipo que suda el pavimento en eneros tropicales. Pero es peor. Es una densidad anímica más pesada y con menos vías de escape. Los jóvenes pampeanos se emborrachan como nunca vi en ningún otro lado. Esos pueblos irán desapareciendo con el correr de los años. Los jóvenes, eventuales herederos de la manija, serán deficientes mentales etílicos. Y uno podrá recorrer la provincia encontrándose con pueblos fantasma de seres babeantes y gimientes.
Pero la realidad es que no tengo nada que hacer en la pampa. Es más, no conozco a nadie de allá. Para ser más exacto, no tengo absolutamente nada que ver con esa provincia. Entonces no se para que me gasto en pensar en ella. Es que esa pasada en aquel viaje me quedó rebotando en la cabeza, como rebotan todas las cosas inquietantes e inexplicables de este mundo tan oscuro.

lunes, diciembre 19, 2005

El tiempo para el tiempo / El tiempo por el tiempo.

Esta fórmula, a simple vista aforística, nos sirve para pensar algunos aspectos de las estructuras narrativas y de este otro elemento que muchas veces es puesto en las antípodas para habilitar cierto pensamiento simplificador. Me refiero a este concepto que ha tenido muchos nombres pero todos inexactos, y que yo, haciendo un intento de aproximar el nombre a la idea todo lo que me sea posible, llamo "contenido sensible".
La idea es sencilla. Lo primero que se tiene en el cine es el tiempo. Lo segundo es la decisión de qué hacer con él. Y la primera pregunta surgida frente a esta decisión a tomar es la siguiente: Es importante el tiempo presente, el aquí y ahora, o conviene articular el relato en términos de las relaciones entre los distintos momentos, en función de un final? Es importante darle valor a la experiencia inmediatamente sensible del instante o a las ideas surgidas más allá de la película, en el colectivo de vuelta, en la cabeza, en el terreno de las relaciones? Ambos caminos acarrean problemas y ventajas.
Surgidos de los dos extremos se pueden ver dos tipos de relato muy distintos: uno en el que se impone la descripción y la aleatoriedad de los eventos, y otro que articula los elementos de la historia en función de un último momento, de un climax final y acabado.
Los fundamentalistas del instante rechazan las estructuras narrativas por considerarlas limitantes de la expresión, y los fundamentalistas de la estructura rechazan el instante como valor en sí mismo por considerarlo inevitable creador de un relato inconducente, laberíntico y frustrante. Ambas afirmaciones son ciertas. El espectador pide estructura, intenta sospecharla a pesar de los fracasos. Pero también pide un contenido sensible, que haga que cada momento sea valioso en su unicidad, y se frustra cuando no lo consigue. Entonces la idea sería crear un relato que combine ambas cosas. Un empleo del tiempo que haga uso de esa energía invisible que da la estructura, pero que no se limite a llevar de las narices al espectador hasta el rodante final de títulos, y que entregue una gran colección de momentos valiosos en sí.

martes, diciembre 13, 2005

Princess Sputnik




De Mark Ryden. Creo que se viene un tatoo. Con nonato y todo.

lunes, diciembre 12, 2005

A ver si me aclaran un poco la cosa.

Vengo recibiendo coments que me acusan de facho y de homofóbico. Tengo la sensación de que alguien ha utilizado mi nombre, mi usuario, o lo que sea, para comentar en algún otro blog. Les pido encarecidamente el favor de que me señalen donde se encuentran alojados estos comentarios supuestamente míos, con carga homofóbica y/o facha.
Otra cosa que quiero pedir es que si me van a putear o a criticar desarrollen más las ideas. No me claven un "boludo, facho de mierda" porque así no llegamos a ningún lado. No construimos nada con puteadas vacías. Si creen que soy un facho quiero saber por qué lo creen, y quiero tener la chance de discutirlo. ta? Lo pido por favor. Es bastante frustrante encontrarse con discusiones tan truncadas.
Saludos.

domingo, diciembre 11, 2005

Del concepto de "Picante"

Introducido por Marchelino, mi amigo cordobés; confirmado por otro cordobés muy escuchable; hemos dado nacimiento, o renacimiento, a un nuevo y muy rico concepto. El concepto de "Picante" se puede definir de diversas maneras. Definámoslo, primero, por la negativa.
Ser picante NO es: - Ser un porteño clase media pija fría.
- Tener buenas ideas.
- Ser políticamente correcto.
- Ser elegante.
- Ser intelectual.
- Ser progre.
- Vivir una vida psicoanalizada.
- Ser chorro, asesino, plagiador o cualquier otra de las muchas manifestaciones del despojo de lo ajeno.
- Tenerle miedo a ciertos tipos de humor, o a hacer humor con ciertos temas.

Por la positiva. Ser Picante SI es: - Ser cordobés.
- Llevar las ideas hasta el límite y, por más pobres que sean, exprimirlas al máximo.
- Ser completamente consciente (en la medida de lo posible) del lugar que uno ocupa en esta ridiculez que es el mundo.
- Tener genuino buen gusto, en especial en lo relativo a las relaciones con la gente (lo cual exige honestidad y un casi primitivo ejercicio de la verdad).
- Ser intelectual autoconsciente.
- Dejar el psicoanálisis para la horita semanal, dentro de las cuatro paredes.
- Reconocer invariablemente el lugar, las cosas, la vida, y la propiedad intelectual de los otros.
- Entender el humor como un ejercicio de la lucha contra el miedo al abismo, o mejor dicho, a los abismos.

No se si se entiende bien. pero no me importa, soy picante, me lo dijo un cordoves.

Regina Spektor

http://www.reginaspektor.com/

Ella y su piano me ponen bien.
El tema "The Flowers" de "Soviet Kitsch" sirve para todo. Para estar contento, para estar triste, para el sexo, para comer, para viajar en tren, todo.

miércoles, diciembre 07, 2005

La mala onda es un gran desperdicio de energía. Yo cuando leo un blog que no me resulta interesante me voy y listo. Y no vuelvo más. Cuál es esa onda de comentar criticando todo, sin generar ni siquiera la posibilidad de charlar o de devolver la puteada con altura? Es ese puteo descerebrado, sin argumentos, sin lugar a réplica, lo que me desencanta totalmente. Ese monólogo de energúmeno con ínfulas de picante. Ese progresismo competitivo y culposo. Basta mundo, basta de tanta boludez.
Mono, si sos picante da la cara. Tirá una, al menos una idea propia, así yo te puedo hacer mierda a vos como vos me haces mierda a mi. Pero no, la estupidez es un lugar muy seguro. Y cualquier muñeco con una compu saca el carné de picante.
Mediocre de mierda.

viernes, diciembre 02, 2005

Las manos de Alf

Me estoy dando cuenta de lo complicada que es la vida con cinco dedos menos.
Bah, en realidad los dedos los tengo, pero tienen vendas tan gordas que parecen las manos de Alf. En definitiva mis manos en este momento solo tienen esa utilidad, imitar al peludo amiguito de Willi Tanner y Benshi Grégori.

Saluditos.