Hoy gracias a Marx y su concepto de alineación me di cuenta de por qué no me gustaba el trabajo con el gordo. Es groso. A veces el remedio para las angustias está en lugares muy raros. Bah, capaz que lo interpreté para mi conveniencia pero, que diablos, toy mas tranquilo. Ahora se de un manera axiomática que trabajos no son para mí.
domingo, abril 10, 2005
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