miércoles, marzo 23, 2005

La pacha

La Pacha lo tenía todo. Era buena, divertida, con su cuota justa de vulgaridad y su sofisticación natural, producto del tono con el que miraba. Era una de las pocas personas que me bancaba hablando mis pelotudeces sin aburrirse. Y que ademas las hacia propias y después las andaba diciendo por ahí con esa voz irritante y seductora. Era una mujer sensible y laburadora, con su locutorio al hombro y sus jornadas de 14 hs sin parar. Y sobre todo sabía ganarse ese apodo que le puse - pacha mama - con su abundancia. Con esos pechos grandes grandes y perfectos, y esos brazos lindos de trabajo duro, esos rulos fuertes fértiles, y esos piecitos. Esos piecitos que se movían por entre los pedales del auto, tan pequeñitos y hermosos. Como me gustaba mirarla manejar. Sus piecitos pequeñitos me hipnotizaban.
Pero un día vino medio triste y me dijo: “no me gusta que pasen tres días y no me llames ni me mandes un mail.” Y no pude volver a respirar hasta que no se fue de mi vida. Te quiero Pacha. Y te extraño mucho. Y tu corazón no fue el único rotito.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

y por que no la llamas? por ahi es lo que necesitas ahora.

atomÖ dijo...

no la llamo porque ella exige demasiado de mi. tiene ese problema que es muy incompatible conmigo. no soy capaz de regar una plantita todos los dias y ella pretende que la llame. no pude con eso.

atomÖ dijo...

con "ella" me refiero a la pacha.

Anónimo dijo...

ella "pretende"... y si, si hay una relación tiene que haber alguna que otra llamada. Se siente bien cuando lo hacen, te lo digo yo que odio el fono.

Otra cosa, si hablas maravillas de la pacha y como es te gusta, que esperas de una mina? que necesitas de una mujer aparte de lo obvio? que necesitas ahora?

atomÖ dijo...

necesito no sentirme exigido. las exigencias me paralizan. no puedo con ellas. yo llamo, soy re mimosón, pero apenas me exigen algo me paralizan.