Otra vuelta fui un objeto sexual. Era una colorada abogada. Mala mala onda. Cero mimo, puro negocio. Llegó un punto en que cada mimo de ella se sentía como un billete de 10 pesos, en pago por mis servicios.
Yo no pedía mucho. No pretendía mucho. No soy pegote. Pero ella, cuando terminábamos de coger, me pedía que le tirara un colchoncito para poder dormirse.
Y yo soñé una vez que dormíamos abrazados. Pobre boludo, le regalé un sueño a ese cubito de hielo.
Pero la experiencia con esta colorada tiene consecuencias jodidas. Mas que nada en contraste con la Pacha. Cuando corté con la colorada llore bastante, pero el dolor se fue rapido, y cuando corte con la Pacha lloré poquito, pero todavía me duele. En el caso de la colorada el corte vino de ella, a la pacha la corté yo. Que mierda me pasa? Las que me tratan mal me gustan y las que me quieren no? La pacha es perfecta para mí. No entiendo porqué no puedo con ella. pero no puedo. No puedo con nada que sea todos los días a la misma hora.
domingo, marzo 27, 2005
A la misma hora, por el mismo canal
Amputado por atomÖ a la/s 4:24 p. m.
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