martes, diciembre 12, 2006

El universo se esconde en las cañerías, basta con mirar fijamente las zonas oscuras del desagüe. Cada uno de los agujeritos por los que el agua abandona la bacha tiene preparada una revelación.
Y aquí estoy, mirando fíjamente el agujero de la bacha mientras escurre el agua del lavado de platos, intentando descubrir la verdad del universo que es, en definitiva, la realidad de mis propios sentimientos.
Entonces el secreto es fijar la mirada en los puntos oscuros, en los agujeros, en la nada que escurre el agua.
El secreto está en mantenerse firme en la actitud de búsqueda, aunque el lugar en el que se busca se presente como una entidad vacía como lo es un agujero.
Es tan simple como eso.
Ya irán apareciendo las respuestas.

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