Llegamos y vimos la mesa llena de canapeses de variados colores. Tuvimos la esperanza de encontrar nuevos y variados sabores. Más tarde los probaríamos descubriendo que la variación era solo visual. El sabor era siempre el mismo: mayonesa y atún.
Estuvimos media hora a pico seco. Ni una copita de coca lai hasta que no llegaran todos los invitados. Y ni hablar de ese hermoso sauvignon blanc que asomaba frapé desde el balde con hielo.
Se sirvió la comida. Este año la calidad aumentó sensiblemente, que sería lo mismo que decir que de ser una mierda podrida pasó a ser una mierda fresquita recién hecha.
Estuvo presente el gran clásico de todos los años: el fabuloso "pene de gigante viejo". Si lo ves de afuera parece eso. Una especie de muñón fálico flácido, color cadáver. Es, en realidad, un arrollado de pollo. Como si fuera un matambre pero para flojitos.
Pero lo mejor de la noche fue cuando comenzó la competencia. Nos bajamos todos la bragueta a la cuenta de tres, y pelamos las chauchas. La regla fue circulando y cada uno se la iba midiendo mientras comentaba sus grandes logros de este año. "yo estoy por publicar un libro sobre...", "y vos? de que laburás?", "ah, eso hacés? y te gusta?". Hasta que pude clavar mi chiste. Lo traía preparado de casa. Dije "no, yo en realidad medio como que casi estoy por debajo de la línea de la pobreza" (lo cual es cierto en términos económicos, pero solo en ese sentido). Nadie se rió, y ahí me di cuenta de que ese había sido el mejor chiste de la noche.
Luego de eso cada uno guardó su respectivo pene y la noche continuó como si nada. Seguimos disfrutando de ese universo tan preparado para combatir el disfrute.
lunes, diciembre 25, 2006
Midiéndola
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domingo, diciembre 24, 2006
Seguimos tratando de entender el fenómeno
Y de la chica? que se supo después de aquella chica? Esa! la del pelo suave, la imposible. La que sumergió a Ernesto en lo profundo de los caños. De la chica sabemos lo que Ernesto sabe. Es una chica encantadora. Dicen que tiene una risa fácil, aunque ese no es un dato nuevo. La chica tiene pelo suave y risa fácil. Eso ya se sabe. Entonces, arranquemos desde ahí. Porque dicen los que saben que lo que metió de lleno a Ernesto en las cañerías no fue ni el pelo suave ni la risa fácil. Y aunque esas cosas hacen al todo, el todo es lo de menos, pero es el todo. Dicen que lo que actuó sobre Ernesto de un modo tan transformador fue una suerte de humor crudo y ácido al que no se pudo resistir. Dicen que la muchacha tenía una manera de dar vuelta los discursos que a Ernesto le encantaba. Y dicen que la muchacha pertenecía a ningún lado. Pertenecía, pero a ningún lado. Era como una entidad inclasificable pero funcional a la convivencia universal. Uno a veces dice que una persona es única. Pero de un modo u otro con esa frase siempre se miente. En este caso no. Dicen que la muchacha era única. Y de tan única resultó imposible. Sobre todo para Ernesto, ese pobre diablo comedor de tortilla. El mundo no soporta lo maravilloso. Existe en la existencia como una especie de impulso de suciedad. Todo lo que sea maravilloso-puro-único, debe ser ensuciado. Ernesto no soportó eso. No quiso ensuciar a la muchacha con sus dedos grasosos de tortilla. Nuevamente, Ernesto se equivoca. Se equivoca jodido porque suciedad y humano son la misma cosa. Y aclaremos lo tantos, suciedad en un sentido completamente ayuno de cualquier valoración. La suciedad es lo que es, ni buena ni mala. Sucia, humana. Tal vez Ernesto debería haber actuado de un modo mas cercano a la suciedad. Tal vez la suciedad es otra forma de decir "y bueno...soy humano...tengo sentimientos...me puedo mandar cagadas...puedo olvidarme de lo importante...pero también puedo tenerlo bien en cuenta..."
En fin.
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La angustia es un lujo de la clase media. El pobre tiene tanto dolor que solo puede pasar directamente a la desesperacion. El rico tiene plata para anestesiarse, o una prepotencia que lo hace inmune.
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viernes, diciembre 22, 2006
y como termina la cosa?
Basta de magia - dice Dios y le roba a Ernesto lo poco que tiene para ser feliz.
- Basta. La realidad te llama, ser inferior. La magia es dominio de la cabeza, y yo solo te daré una vida sin vida.- Dice el dios hijo de puta que lo maneja todo.
Entonces Ernesto se da vuelta retirando la mirada del agujero de la bacha y le dice - escuchame pelotudo, sos un histérico de mierda! para que me mostrás la magia si no voy a poder tenerla para mí?. -
Humano pelotudo. No entendés nada. La magia es una cosa de niños. Es un jugete, una simulacion de otra cosa. Vos sos adulto. - responde el ortiva de Dios, y con esa respuesta Ernesto vuelve a la vida, que en algunos casos es lo más parecido a la muerte. Enojado por esto, abre la puerta del patio y agarra el secador. Se acerca a dios y lo caga a palazos.
Dios abandona el recinto a las puteadas.
Ernesto sigue durando.
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jueves, diciembre 21, 2006
I R A K U N D I A
por Norman Briski para sincensura.org.ar
¿Qué quiere decir la derrota de Irak para nosotros?
Menem presidente quiere decir.
Chavez cae eso quiere decir.
Bush aplasta aquella revolución que nadie quiere conocer, que sacó de las tierras arrasadas a miles de nómades de la pobreza, de la orfandad, del bombardeo, sólo por estar cerca del fetiche energético más victimista. El petróleo.
Yo tomé crudo... un sorbo...
Venezuela el otro populismo declarado dictadura. Otro pueblo rescatado por un bolivariano que tiene memoria y reivindica la resistencia y la rebeldía indo americana que enfrenta la burguesía cipaya.
El partido del petróleo hecho whisky, hecho Miami, hecho Sharon, Berlusconi, Aznar, Menem.
Lo tomé crudo... un sorbo.
Bush (hijo de...) dice que no es el petróleo. Es el terror. La guerra tiene dos erres. Como los errores, como los horrores, como las derrotas, como las torres. Europa de Francia y Alemania se juntan con el Papa y recuerdan un poco al amigo Hitler, que se pasó, el loco repiró. Como si los nacional-socialismos o los nacional-sindicalismos tuvieran otro destino.
¿Por qué Nagasaki-Hiroshima? Por Pearl Harbor.
¿Por qué Irak? Por las torres gemelas.
Y China aplaca rebeldías revolucionarias en sus fronteras y se viene el nuevo imperio. Estamos en el trasbordador de este social-histórico barato.
Bush se juega sin las torres al jaque mate o matar al jake y después... la fábrica de la vergüenza en los supermercados, en los free-shops y coger con dos preservativos es igual a pensar en suicidarse o vivir entre las moscas.
A los dos preservativos de la guerra del desierto.
¡Que no ganaron! No nos olvidemos. No ganaron.
Pensar que Maradona es contradictorio en sus declaraciones es no haberlo visto jugar nunca.
Pensar en Bin Laden como terrorista es no saber donde queda la villa 21.
Yo lo tomé crudo... un sorbo.
No por eso voy a teñirme de rubia.
Y si me tiño de rubia no le echemos la culpa a las drogas.
¿Cómo que no podemos festejar nada? ¡La OTAN se va a la mierda!
Llegó la hora que nadie se junte, que todos aislados, separados, fragmentados busquen los actos heroicos que trabajen para gloria de los que quieran un mundo mejor.
La energía no está en la materia oficial. Está o no está.
En la digna ingravidez de las ideas o respirando en los actos heroicos de los cuerpos rugientes mas afligidos por los desposeídos.
Salamalekum malekumsalam.
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miércoles, diciembre 13, 2006
Y así fue como Ernesto quedó petrificado, mirando el vacío. O eso es lo que todos pensaban, sin saber que en realidad se encontraba realizando la más profunda búsqueda que un pobre tipo como él puede hacer luego de haber comido una de esas tortillas llenas de aceite que traen de la rotisería con delíbery de la avenida.
Al principio todos se preocuparon. Pensaban que Ernesto tendría algún tipo de enfermedad, como una especie de epilepsia o de alzaimer que no le permitía moverse. Llamar a un médico o a un psiquiatra no era una solución porque sabían todos que se lo llevarían a alguno de esos hospitales-tumba y nunca más lo verían.
Entonces, de a poquito, lo fueron incorporando a la vida cotidiana.
Ernesto era, ahora, una suerte de entidad multifunción. Entre perchero y espantapájaros, entre compañía fiel y ser invisible y descortésmente callado.
Mientras tanto en la cabeza de Ernesto... las ideas fluían sin encontrarse como las miradas de dos conocidos que se miran a destiempo en un lugar público, es decir, sin encontrarse, como las ideas de Ernesto que fluían en ese momento en su cabeza.
La realidad siguió avanzando a sus espaldas. De espaldas a su búsqueda infinita. Sus hermanos y amigos fueron creciendo y formaron familias. Algunas mujeres fueron sus novias, obviamente luego de una decisión unilateral, pues Ernesto se encontraba todavía congelado, buscando sus respuestas en la oscuridad.
Y luego toda su gente se fue muriendo de vieja. Se fue quedando solo. Solo y congelado. Congelado y pensativo, siempre, concentrado en lo oscuro, en la búsqueda y la respuesta.
Y con los años la casa se fue erosionando hasta transformarse en un baldío con medianeras de ladrillo. Y Ernesto ahí, paradito. Dios mío, lo que hay que ver.
En algún momento, allá por el año 3231, interrumpió su búsqueda: un pequeño eructo provocado por la tortilla del siglo XXI desvió brevemente el curso de sus pensamientos.
El tiempo siguió pasando y la raza humana se extinguió, el sol creció y devoró a la tierra. De millones de año te hablo, eh.
Qué pasó con Ernesto? No se, querido, después de la desaparición del mundo lo que menos me importa es que le pasó a ese vago. Un día descubrió que la verdad estaba en lo oscuro y decidió dedicarse a desenterrarla, sin saber que la verdad vive bajo tierra, cuando no la vemos, cuando no nos distraemos buscándola.
Un salame el pobre Ernestito. Tantos años para nada. Tanta vida a sus espaldas, a espaldas de su búsqueda infinita en lo oscuro.
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martes, diciembre 12, 2006
El universo se esconde en las cañerías, basta con mirar fijamente las zonas oscuras del desagüe. Cada uno de los agujeritos por los que el agua abandona la bacha tiene preparada una revelación.
Y aquí estoy, mirando fíjamente el agujero de la bacha mientras escurre el agua del lavado de platos, intentando descubrir la verdad del universo que es, en definitiva, la realidad de mis propios sentimientos.
Entonces el secreto es fijar la mirada en los puntos oscuros, en los agujeros, en la nada que escurre el agua.
El secreto está en mantenerse firme en la actitud de búsqueda, aunque el lugar en el que se busca se presente como una entidad vacía como lo es un agujero.
Es tan simple como eso.
Ya irán apareciendo las respuestas.
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sábado, diciembre 09, 2006
Nada más ciego que los ojos. Mirar es no poder mirar. Querer mirar es la vida. Así es la vida: querer mirar y saber que uno está ciego.
La existencia no es más que un viaje sinuoso entre distintas nubes de la percepción. Como si cada nube tuviera distintos gases narcóticos y cada uno va generando un estado de conciencia diferente. En una nube hay cosas que parecen posibles y otras que no. Hay cosas que parecen buenas y otras malas. Basta con cruzar a la siguiente nube para entender todo de otro modo.
El psicoanálisis funciona, en esos pocos momentos en los que funciona, como un extractor de aire que filtra los gases narcóticos. El problema es que el psicoanálisis inyecta su propia nube. Es difícil. Qué es lo difícil? Todo.
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martes, diciembre 05, 2006
Existen momentos fugaces que convierten la nada en algo. - Piensa Ernesto mientras corta un pedazo de tortilla - momentos que convierten la masa compacta de nada destructiva en algo que, por lo menos, no destruye, no carcome. Y uno se come la ilusión de contentitud por un instante. - piensa mientras deglute el pedazo de tortilla antes cortado.
- Esos momentos fugaces - sigue - son tan fugaces que no duran más que un suspiro, o unas pocas semanas de encanto y magia. Luego se vuelve a la vida, que en algunos casos es lo más parecido a la muerte.- piensa y baja la vista concentrándose en la tortilla de papas.
Ernesto es un hombre muy viejo. En realidad tiene 31 años, pero un alma de hombre muy viejo. Ernesto tiene un alma que le ha venido gastada. Tiene una especie de ánimo gris, un alma de trapo rejilla.
La filosofía de tortilla de papas es lo único que le queda. Las reflexiones son lo único que le queda. Las ideas son lo único que lo salva, porque la vida se le ha ido del alma, de tantas escurridas y lavandina. Pero las ideas son también lo que lo hunden.
Solo queda en él un motor en la cabeza. Una suerte de maquinita que se acciona cuando quiere, y solo sirve para acercarlo a la angustia.
Ernesto no sabe que es lo que necesita. Ni siquiera sabe si necesita algo. Ernesto solo sabe que existen momentos fugaces que convierten la nada en algo. Y sabe que son tan fugaces que no duran más que un suspiro, o unas pocas semanas de encanto y magia. Y también sabe que después se vuelve a la vida, que en algunos casos es lo más parecido a la muerte.
Ernesto tiene su corazón roto. Una muchacha encantadora de carcajada fácil y cabello suave. Una muchacha imposible para él en este mundo y en cualquier otro. La muchacha con su magia y su cabello suave ha logrado darle uno de esos instantes fugaces. Y además, lo ha hecho dueño de una frase. Frase hecha pero brutalmente verdadera. Ernesto, hoy, es dueño más que nadie de esa frase "fue lindo mientras duró".
Ernesto solía enojarse con la vida. Desde que su alma es como un trapo rejilla no se enoja más con la vida. Ahora se deja escurrir por la perra vida que pasa y se lleva todo. Por la perra vida que insiste en convertir los momentos fugaces de contentitud nuevamente a su estado inicial de nada compacta que destruye y carcome.
Ernesto termina su tortilla, deposita su plato en la bacha, abre la canilla y mira fijamente el agujero por el cual el agua se abandona la bacha.
Lentamente se va metiendo en él. Se hace líquido y se pierde en lo oscuro del caño. Desaparece en las penumbras del sistema pluvial. Se mezcla con el agua de este mundo para siempre. Deja de ser.
O eso es lo que quiere, por lo menos, en su cabeza. Perderse en lo oscuro y dejar de ser. Para poder decirle adiós a la hermosa muchacha de carcajada fácil y cabello suave.
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viernes, diciembre 01, 2006
Hace un tiempo decía que así es la vida, y me refería a dos carozos de aceituna en un cenicero.
Hoy releo lo escrito y no dejo de asombrarme de la lucidez de semejante afirmación.
No conviene detenerse a analizar la idea de un modo metodológico ni filosófico. Aconsejo utilizar el pedazo holístiko del cerebro. Holistiko, con k. Y propongo tambien no detenerse a pensar en el por qué de esa k en holístiko, sino simplemente entregarse a su simbología y a su multisemia. Excluyamos, eso si, por favor, por dios, las semias relacionadas con nuestro actual gobierno.
Entonces, pensemos en esos dos carozos en el cenicero de manera holistika, y después pensemos en su relación con la vida.
Es así, les explico. La vida aparece en el momento en el que el cigarrillo, frecuente huésped del cenicero, se transforma en carozo por motivos solo conocidos por el usuario. Motivos insignificante, seguramente. Como que el tacho de basura se encuentra lejos, o como la inmediata relación el pucho es basura el pucho va en el cenicero el carozo es basura el carozo va en el cenicero. Motivos insignificantes, seguramente, pero importantes por su poder creacional, por el salto semiótico que le obligan a dar a todo el sistema, especialmente al elemento cenicero, y a la idea de vida, que nace y se transforma, y transforma a sus significados previos.
Piensenlón, es re pulenta.
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