viernes, febrero 17, 2006

Una de las cosas que me dejó fué el placer por el lenguage, el amor por las palabras. Pero especialmente por los signos de puntuación. No se si escribo bien, pero mi escritura sirve. Él era el usuario más responsable de nuestro idioma. El más preciso, el más certero usuario de nuestras queridas palabras. El era pensador más organizado, más metódico y económico del mundo. Se murió y me dejó eso, entre muchas otras cosas. Él, pequeño niño, espalda pelada por el sol, ojos llenos de niños, la mujer soñada en sus pupilas. Mi hermoso hermano. Te extraño mucho.

El es
pequeño niño
girasol
sin sol ni tierra.

Cueva
prision del alma
corazón
sin dios

Sabrás
llegar seguro
con tu voz
de mar

El mar
te espera siempre
pelara
tu espalda

Verás
con tus ojitos
de cristal
llenos de niños
el cielo y la mujer
que imaginás
el mundo alrededor
mas alla de la piel.

Las flores
coronas absurdas
No hay rey
no hay primavera.

El sol
te da en la cara
una paz
que duele en carne viva.

tan lleno de versos
quedo tu corazón.
tan llena de voces
quedo mi voz.

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