Hay manifestaciones físicas de los estados emocionales. Como el nudo en la garganta que acompaña toda buena angustia. O como esa vibración gástrica que generan los nervios.
Pero propongo hacer el ejercicio de despojar a estas manifestaciones físicas de su correspondiente emoción. Van a ver que el cuerpo se siente para la mierda.
Lo digo porque ahora estoy un poco contento. No se. El verano, algún laburito que puede llegar a pintar, las expectativas del nuevo año, el corto que vamos a filmar en el verano, no se. Pero lo cierto es que la contentura se parece a querer cagar. Y no me cabe tener ganas de cagar aún después de haber cagado.