Hoy tuve un momento de incertidumbre. Me duele la incertidumbre. Algo le pasaba al otro lado del teléfono. Sonaba como si quisiera decirme algo pero no se animara. O como si hubiese algo que no quisiera decirme que le golpeaba el pecho queriendo salir.
¿Por que a veces es tan hermosa y a veces tan inquietante? ¿Por que aún sabiendo que me ama, habiéndolo escuchado de su propia voz, siguen apareciendo dudas en mí?
¿Por qué no se mantiene en un mismo estado siempre? ¿Por que me hace navegar en ese mar en el que por momentos navego tranquilo hasta que sobreviene el oleaje denso y sin descanso? ¿Por que me ataca sin ninguna razón la imagen de su ex volviendo, robándole un beso, robándomela para siempre? ¿Por que el muy hijo de puta decide aparecer justo ahora que mi corazón ha alcanzado un tamaño descomunal gracias a su pequeña voz, sus perfectas tetas y su cabeza insondable? Debe ser que mi cabeza es también insondable y me juega malas pasadas. Pero quiero dejar esto colgando en algún lado. Para que si esa horrenda fantasía mía se hace realidad podamos comenzar a creer en la intuición a distancia. Si mi inquietud es real me hago vidente. Si no lo es tendré mucho de que hablar con mi psicóloga, porque entonces me quedaría demostrado que soy bueno en eso de bombardear mi propio bienestar.
Chispita, linda, serás artífice de mi mayor felicidad o de mi miseria más oscura.