Estamos muertos - dice el gordito intentando explicar la extraña sensación.
Luego agita su cabeza y dispara repentinamente un grito de mujer asustada.
El gordito es, en realidad, un eunuco funcional.
Luego de terminar de gritar agrega llorando - Estamos muertos, disculpame. Nos maté -.
El gordito me rompe las pelotas. Yo ya lo tenía visto. Merodeaba por la vereda todas las tardes a la hora en que, imagino, salía del trabajo.
Yo lo veía pasar. Cuando no estay con ningun cliente me preparo un matecito con chúquer y me siento frente a la ventana con la persiana entornada y espío.
Y el gordito pasaba dos y a veces tres veces por la puerta.
Hasta que hoy, tocó el timbre.
Le abrí, le expliqué el arreglo, y nos dirigimos a la mesa de masajes.
Al principio me contaba cómo habia llegado hasta mi. después empezó con que nunca había estado con una mujer, y que se yo que más. Mi conclusión es esa: Es un eunuco funcional. La tiene pero no la usa. No la usó nunca.
Cogimos. Mal, horrible, la verdad.
- Es que sentí como un vértigo en el estómago. Me sentí muerto- dice el gordito.
- No, bebe, no es nada. Acabaste lindo, nada más.-
Ahora ya se vistió y lo acompaño a la puerta. Se despide de mí con la mirada fija en un rulo de la alfombra.
Disculpame - dice el gordito, da media vuelta, y abandona mi morada.
Chau gordito - Pienso.
Después pienso que por ahí nunca más se convence de que no se murió. Pobre gordito. Ahora, que idea rara de la muerte que tiene el gordito, no?
lunes, julio 10, 2006
Amputado por atomÖ a la/s 2:52 a. m.
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